«Esta medida de duración se llama evo y está entre el tiempo y la eternidad. Tiene principio pero no fin, no le es propio el movimiento pero el mismo no repugna a su noción mientras que al tiempo le es propio el movimiento. Es decir “... el tiempo tiene antes y después, el evo no tiene antes ni después en sí mismo pero pueden juntársele y la eternidad no tiene antes ni después ni es compatible con ellos»